Por Rodrigo Higinio, gerente de reclutamiento de Grupo Grafton Perú
Acompañar a las organizaciones en la búsqueda de talento estratégico requiere planificación y enfoque. Tercerizar el proceso de reclutamiento no es solo delegar tareas: implica diseñar una estrategia que responda a los objetivos del negocio.
Es importante preguntarse cómo aplicar esta herramienta de forma efectiva para que genere resultados reales y sostenibles.
El primer paso es un diagnóstico claro y honesto. No todas las posiciones requieren ser tercerizadas. El foco debe estar en identificar aquellos roles estratégicos o especializados que tienen un impacto directo en el crecimiento y la sostenibilidad de la empresa.
Definir con precisión el alcance permite enfocar los recursos en las vacantes realmente críticas y evitar esfuerzos dispersos. Comprender la cultura, los objetivos y los desafíos internos es fundamental para diseñar un proceso verdaderamente útil.
Mucho de esto se vuelve más urgente cuando la búsqueda se prolonga por semanas o meses sin éxito. Es frecuente que se recurra a la tercerización cuando el tiempo apremia y la vacante clave sigue abierta, lo que genera presión en el equipo y afecta resultados. La tercerización estratégica permite resolver esos cuellos de botella con mayor velocidad y efectividad.
La tecnología se ha convertido en un aliado clave. Hoy, reclutar no es solo publicar avisos: es aprovechar bases de datos actualizadas, entrevistas virtuales y evaluaciones online.
La sinergía entre tecnología y análisis humano eleva la calidad del shortlist y acelera los tiempos de cobertura.
Tener un socio externo no solo optimiza la gestión del proceso de selección. También suma una mirada consultiva que aporta ideas, opiniones y orientación sobre cómo se está moviendo el mercado.
Este acompañamiento permite alinear la búsqueda con las tendencias actuales, ajustar expectativas y tomar decisiones más informadas. Esto es especialmente valioso en posiciones estratégicas, donde cada contratación tiene un impacto significativo.
Otro beneficio es la optimización de tiempos y costos. Cuando se gestiona internamente sin los recursos adecuados, la selección de cargos estratégicos puede volverse larga y compleja. Tercerizar acelera la cobertura, minimiza errores costosos y libera al equipo interno para otras prioridades, con un proceso más estructurado y claro.
La experiencia del candidato es fundamental. Atraer talento estratégico requiere un proceso bien comunicado, respetuoso y cercano. Brindar feedback oportuno y cuidar cada interacción fortalece la marca empleadora y construye relaciones duraderas.
Finalmente, creo en la medición de resultados. Establecer indicadores como tiempo de cobertura o calidad del shortlist permite ajustar y mejorar continuamente el proceso, demostrando el valor real de la tercerización. Tercerizar con inteligencia es una decisión estratégica que impulsa el crecimiento de cualquier organización.