En entornos cada vez más exigentes, las organizaciones líderes coinciden en una idea: la gestión del talento ya no puede verse como una función de soporte. Las personas están en el centro de la estrategia. Por eso, uno de los temas más relevantes del 23° Congreso Peruano de Gestión de Personas será el diálogo entre el C-suite y las áreas de recursos humanos sobre cómo alinear el desarrollo del talento con los objetivos del negocio.
Durante años, se ha discutido sobre la necesidad de que RR. HH. “tenga un lugar en la mesa”. Pero la pregunta ya no es si debe estar ahí, sino qué valor aporta una vez que está. Las expectativas de los CEO y gerencias generales han evolucionado. Ya no basta con gestionar procesos, ahora se busca capacidad de diagnóstico organizacional, visión de negocio, influencia cultural y liderazgo estratégico.
Uno de los paneles centrales del congreso reunirá a líderes como Úrsula Calle, VP & General Manager de Hunt Services Company, y Juan Carlos García Vizcaíno, gerente general de BanBif, para discutir —desde la alta dirección— qué esperan realmente los CEO de sus áreas de gestión humana. Más allá de frases aspiracionales, se busca un impacto concreto: construir capacidades, acelerar la transformación, y generar condiciones para atraer y retener talento en contextos cada vez más competitivos.
La conversación también incluirá el rol del área como “sensor” de la organización: captar lo que está ocurriendo en el terreno, traducirlo en información accionable, y anticiparse a riesgos culturales, conflictos o pérdida de alineamiento. En tiempos de cambio constante, esta función se vuelve crítica.
Casos como los de Adidas Perú (con Cecilia Pomar) y TASA (con Rayssa Chomba) también serán parte del programa y aportarán ejemplos de cómo la conexión entre cultura y propósito puede generar ventajas reales. En el primer caso, una iniciativa de inclusión social basada en segundas oportunidades se convierte en una herramienta de motivación, reputación y diferenciación. En el segundo, el esfuerzo por renovar el vínculo entre las personas y el propósito empresarial refuerza la cohesión interna y la resiliencia organizacional.
Entender el talento como estrategia significa también aceptar que no hay crecimiento sostenible sin una cultura sólida que lo habilite. Significa invertir no solo en atraer perfiles adecuados, sino en diseñar experiencias laborales que generen compromiso, aprendizaje y sentido. Y significa, sobre todo, que RR. HH. debe dejar de ser un área que ejecuta para convertirse en un área que propone, desafía e influye.
Este nuevo protagonismo de la gestión humana será uno de los ejes del GDP 2025, que no solo reunirá a líderes inspiradores, sino que ofrecerá herramientas concretas para dar ese salto hacia una gestión de personas realmente estratégica.
En el próximo Congreso de Gestión de Personas, estas conversaciones se pondrán sobre la mesa sin eufemismos, incluyendo la participación de expertos como Benjamin Laker, académico global en liderazgo y futuro del trabajo, que ayudará a traducir estas tensiones en rutas posibles. Porque la transformación tecnológica es inevitable —pero su impacto humano aún está por definirse, y depende de cómo la lideremos.
Para mayor información sobre el 23° Congreso Peruano de Gestión de Personas –GDP visita nuestra web o comunícate a informes@seminarium.pe.